miércoles, 26 de junio de 2013

LONDON CALLING

"Parece que fue ayer...". Han pasado mas de 7 meses desde mi última entrada. Más de medio año sin actualizar el blog es demasiado, pese a las típicas (y reales) excusas de falta de tiempo. Muchas cosas han cambiado desde el último post: mi familia llegó, vivió y se volvió a España hoy (para pasar el verano); volví a jugar Portmarnock, y entre medias conocí Carton House (donde el jueves empieza el Irish Open), St Margarets, Howth y algún que otro campo más; hemos tenido verano, cosa que ha sorprendido a los propios dublineses, y ya voy camino de mi primer año en la ciudad. Muchas cosas, mucho tiempo sin actualizar... 

Así que llevaba ya tiempo pensando en como robarle horas al sueño (que no al trabajo o a la familia) para retomarlo, cuando de repente, en un viaje de trabajo a Londres, he sentido la tremenda necesidad de contar lo que siento, lo que esta ciudad me transmite, lo que despierta en mi. 

Si, ya se que este es un blog sobre Dublín, pero bueno, como están cerca en el mapa, en las dos se conduce por el lado equivocado, y la gente habla mas o menos igual, me voy a permitir la licencia. Además, el Scattergories es mío, y apenas lo lee nadie. Así que allá vamos. 

Los que me conocéis sabéis que para mí hay pocos placeres mas grandes en la vida que el de andar sin rumbo fijo por una ciudad, huir del convencionalismo turistico y pasear  por los diferentes barrios sin mas criterio que el de elegir en cada esquina el rumbo más apetecible. Si la ciudad es desconocida, ese placer es doble. Y si la ciudad es una vieja amiga como Londres, ese placer se multiplica por 10.

Londres. Pocas ciudades en el mundo me atraen tanto. Podría incluso reducir ese número a la más mínima expresión. Quizá New York pueda hacerle competencia. Pero Londres es Londres, y siempre será única. Ese magnetismo, ese aire a la vez decadente y moderno, ese complejo de centro del mundo conocido, esas plazas, esos barrios que son en sí pequeñas ciudades dentro de la gran ciudad... Y que me decís de sus jardines privados? Quién no ha querido ser Hugh Grant en "Notting Hill" y aprovechar la tranquilidad de las calles para saltar la valla y sentirse como un auténtico Lord?


Londres, I am back. I've missed you, vieja amiga, te conservas bien. Aunque te noto algo cambiada. Antes olías a fish and chips y al cruzar una esquina podías imaginarte a Mary Poppins en cualquiera de los private gardens del centro. O bien ver escenas típicas del Swinging London en pleno Camdem. Ahora tienes aroma a Tikka Masala, y el aire trae sonidos de acentos eslavos y asiáticos. Y si te descuidas, te sientes en pleno hit de Bollywood. Donde antes había cockneys ahora hay rusos, chinos e hindúes. De hecho, según el censo, ya son minoría los británicos. Pero en una ciudad tan cosmopolita, todos son (somos) londoners (aunque los de ahora tengan bastante más dinero que los de antes).

El Ganges, en India? No, el Támesis, en Battersea Park.

Londres y sus barrios. Hoy he visitado a dos viejos amigos, la blanca Belgravia y el naranja Kensington, y siguen igual. Sus casas, sus parques, sus plazas... y sus coches. Porsches, Bentleys, Jaguars, Maseratis. Todos tranquilamente aparcados en la calle. Ves un Mercedes, un Audi o un BMW y parecen raros, vulgares, fuera de lugar. Uno termina viendo con total normalidad que en apenas 100 metros de Eaton Square haya mas Bentleys que en ciudades enteras españolas.  

También he conocido un poco mas a fondo el rojo Chelsea, tan de moda ahora entre cierto sector de la "prensa" deportiva española (permítaseme el entrecomillado) y el hasta ahora desconocido para mí Pimlico. Y cuanto más paseo, visito, descubro, mas me enamoro de esta ciudad.

Hola, está Mou?

Y cuanto mas paseo, visito, descubro y me enamoro de esta ciudad, más me paro en los escaparates de las inmobiliarias para que se me quiten de golpe las posibles tentaciones. Pocas ciudades más caras para vivir que Londres. Alquilar un piso de 3/4 habitaciones en estos barrios supera con mucho las 1.000 libras... semanales! Y si quieres comprar, mas te vale haber ganado un Euromillón o que tu apellido termine en -nski, Khan o Tsu. 

Pero hay cosas que no cambian. Como decía aquel, "el corazón tiene razones que la razón no entiende". Y es que por mas escaparates que vea, por mas Bentleys que adornen sus calles y por mas ceros que le pongan a sus casas, sigo enamorado de esta ciudad, sigo queriendo ser parte de ella. Yo de mayor no quiero ser millonario. Yo quiero ser millonario en Londres. 

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